A veces tendemos a ver el territorio como
algo externo a nosotros. Sin embargo el
hombre es un producto y proyección del territorio que habita
circunstancialmente. De tal manera, nuestro entorno nos afecta directamente según
donde nacemos y nos desarrollamos. Es como adoptando cultura.
El poder evidente del territorio es al fin
y al cabo quien determina nuestra forma de organizarnos.
Por suerte el hombre es un ser que puede
adaptarse a las múltiples caras del territorio en donde decide o acepta su
realidad. (En Construcción)
1 comentario:
Así es... una coral de personas y un mosaico de territorios nos habitan. Gracias, me gustó mucho.
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